Cuando ya me haya ido amor, búscame en el horizonte, búscame en el tenue ocaso y me encontrarás con el lucero.
No te canses, no me olvides, solo... búscame.
Piensa en aquel arroyo, búscame el el agua fresca siéntela cerca tuyo y sentirás mis labios, mis besos
cuál fruta tierna y fresca.
No estés triste, no llores, solo recuerdame.
Recuerdame en la sonrisa de un niño en la inocente brisa que se transforma en vendabal.
Recuérdame en las flores, en la fuente de agua viva, en el vuelo de una ave, en la luz de un candil encendido.
Cierra los ojos y escucha tu corazón él, te abrirá el cofre de los recuerdos, él, me traerá de vuelta a tí,
él, te recordará que te amé, te amo y te amaré.
Cuando me haya ido amor, no mueras conmigo, vive por mi y por ti, hónrame así.
Nunca olvides que estoy contigo, tomándote de la mano, aunque solo la sientas como una brisa
besándote y acariciándote aunque no lo creas.
Cuando me haya ido amor, no desesperes, no llores, búscame en tu corazón y allí me encontrarás solo para ti, eternamente.
Nayezi de Alicante España. |